El Demonio metió un gol anunciado y la pesadilla del Diablo se hizo realidad. Hace un año que Independiente no le gana a Racing y nunca es bueno perder las sanas costumbres. Esta seguidilla de partidos contra el clásico rival me hizo pensar si no nos parecemos a ellos. Si no nos parecemos al Racing de hasta hace un año.
Gracias a Dios y al Diablo la paternidad con los vecinos de Avellaneda es histórica y salvo que haya una racha nefasta de derrotas nunca cambiará. Sin embargo después de haber jugado los dos partidos del 2011 y el amistoso del último sábado en Mar Del Plata me empecé a preocupar.
¿Por Qué?
Por que en estos últimos tres clásicos vi a un Independiente híbrido, flaco, sin ambición, sin actitud. Uno de los puntos fuertes que siempre tuvimos sobre Racing fue la manera de encarar estos partidos, con más a menos calidad de jugadores siempre fuimos al frente y ganamos con ganas, huevos, con la camiseta.
Por eso es que me dolió estar en la tribuna y saber que el gol de ellos estaba al caer, se olía, se venía venir. Esa sensación es la que los hinchas de Racing tuvieron siempre contra nosotros, recuerdo el gol del pibe Baez en el Libertadores por citar un ejemplo de partidos que pase lo que pase Independiente siempre ganaba.
Ojala que en la fecha 10 del torneo que está próximo a empezar los jugadores salgan con hambre de gloria, entiendan que esto es Independiente y me cierren la boca. Mientras tanto me sigo preguntado si en los futbolístico, con este plantel, ¿no nos parecemos a Racing?.
Luis Torre.
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