La marcha del hincha

Las emociones suben hasta explotar en palabras.

Los acontecimientos nos convocan, el proceso nos atraviesa y su alcance nos sobrepasa.
Las intenciones se convierten en gestos y los gestos se materializan en actos. 

Estamos en presencia de lo que puede convertirse en hito, de sentar un precedente ejemplificador para el deporte argentino.

La acción coordinada con el Estado Nacional responde a un reclamo que, silencioso, viene haciéndose hace años: el fútbol, que no deja de ser un espectáculo cada vez más redituable, exige por su magnitud mayores intervenciones para garantizar su normal desarrollo.

Eso por el lado lógico, pero está el otro, el que piensa y mueve el corazón y que espera que sea el comienzo de la vuelta de la familia al fútbol, de la alegría de compartir.
Particularmente tengo un deseo, imposible y hasta peligroso: me gustaría que este viernes pudiera acercarse cualquier simpatizante, con cualquier bandera, en representación del Hincha con mayúsculas.

Sería un gesto contundente y demostraría que los violentos son ese pequeño grupo que hoy estamos queriendo separar. Pero sabemos que eso no se puede ¿Por qué? Porque gracias a ellos la violencia y el fútbol son sinónimos.
Es hora de poner cada cosa en su lugar. Hoy a los Hinchas del fútbol nos toca hacer historia. Espero que el papel no nos quede grande...

Jazmín Zapata