Independiente volvió a dejar puntos en el camino esta vez al empatar sin goles frente al casi descendido San Lorenzo de Caruso Lombardi. El rojo contó con pocas situaciones de gol y para colmo se quedó sin Julián Velázquez para jugar todo el segundo tiempo tras recibir doble amarilla. Sin dudas, lo más sobresaliente fue la despedida de Gabriel Milito frente a toda su gente.
El rojo no supo inquietar nunca a un Migliore que pasó todo el primer tiempo sin apuros. ¿Los errores? Los mismos de siempre, carencia de ideas, un medio campo deshabitado y una defensa que nunca parece afirmarse. La situación más clara del partido llegó casi finalizada la primera etapa cuando Patricio Vidal definió mano a mano frente al arquero "cuervo" y antes de que la pelota ingrese al arco, apareció Bianchi Arce para sacarla sobre la línea.
Poco para rescatar también de la segunda mitad. Para colmo de males, Velázquez fue expulsado a los cinco minutos de empezado el complemento y así Independiente sólo atinó a replegarse y a apostar a alguna contra que nunca apareció. Vallés, Battión y Villafañez fueron los que ingresaron en lugar de Monserrat, Ferreyra y Vidal, respectivamente.
Con San Lorenzo jugado en ataque, Independiente se replegó y aguantó el punto que para nada suma de cara a la temporada que viene. El cuervo pudo haberse llevado los tres puntos pero desperdició varias situaciones por mérito de Hilario Navarro o por falencias de sus delanteros.
La emoción más fuerte se vivió cuando, al finalizar el encuentro, Gabriel Milito alzó sus brazos y se despidió con un "hasta pronto" ante toda la gente de Independiente. Sin los 25 puntos, más cerca del descenso y sin el Mariscal, se empieza a bajar el telón de un semestre totalmente para el olvido.
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